Reseña del libro "Cuaderno Azul"
Durante los ultimos quince años he pasado gran parte del verano, de casi todos los veranos, en la piscina municipal. Desde aquel en 2009, en que dedique mi tiempo por primera vez a la natacion, varias han sido segun mi ubicacion las piscinas que me han acogido. A lo largo de todo aquel primer verano iba a nadar a primera o ultima hora de la mañana, antes o despues de unas horas en la biblioteca de humanidades a unos minutos de distancia, para volver de nuevo a ultima hora de la tarde, con la luz del sol oblicua sobre la superficie del agua, en una segunda tanda de largos. Esa dinamica excepcional, privilegiada, diariamente doble, no ha vuelto a repetirse.Sin embargo, desde entonces y cada año, al menos durante una parte del periodo estival, vivo ese retorno como un ruego necesario. Un ruego por el cuerpo en el agua, un ruego por la memoria del cuerpo, un ruego por los saberes de memoria. Y, asi, casi cada mañana del verano, de casi todos los veranos desde aquel en 2009, siempre que ha sido posible he ido a nadar.