Reseña del libro "¿De qué parte del mundo?"
¿De qué parte del mundo?, es una novela que transcurre, en su primera sección, en la ciudad de Santiago, Chile. El eje cartográfico será Estación Central, Jotabeche, Arica, Erasmo Escala y el antiguo estadio San Eugenio. En ese mundo que también es Ferrocarriles del Estado empieza a fluir la historia, cuyo protagonista nos va presentando a Cirilo del Monte, a su sobrino Mario del Monte (un capitalista que sueña con hacer el negocio de su vida); Hugo Chacón, Huguito, un representante falso de jugadores de fútbol, y a Fabi, acaso el antagonista, futbolista con promisorio futuro. Es el fútbol de los perdedores, de los jugadores que sueñan, pero que serán engañados en sus aspiraciones… El lector o la lectora irá desentrañando una historia de crimen; una trama que no debe confundirse con crónica roja. Vamos en la línea del tiempo chileno que cubre desde los 60 hasta los 80.
Reino Unido inaugura la segunda sección. El protagonista arriba a Europa, lo hace por Italia; pero los hechos se desencadenan en Londres, Peckham, Cardiff, Leicester, Elephant & Castle el barrio de latinos y estudiantes, el país de Gales, entre otros. En el viejo continente conoceremos a los hermanos Mamani, a la octogenaria madre argentina exiliada, a Mohammed; Toni, Jimmy, a Helga la dibujante y volvemos a reencontrarnos con Fabi. Es el bajo mundo de la inmigración, robo de casas, labores de limpieza que sólo ciertas personas pueden realizar, hablamos de esa limpieza criminal. Hacer desaparecer restos, evidencias. Ubicar y exterminar. Continuamos en la línea del tiempo inglés que cubre los 2000.
Nicolás Cornejo nos entrega este mundo, ¿desde qué lugar? Coincidiremos que desde la escritura que intenta reconstruir formas para reconocer el pasado. ¿Qué somos, desde dónde y con qué experiencia nos enfrentamos al mundo de hoy? Es esta una novela escrita con lengua sagaz, empecinada en nombrar, empecinada en reiterar sucesos, exprimir el modo literario. La escritura como sustento de realidad:
“¡Lo vi...! ¡Estaba ahí...! Un elefante pequeño estaba entremedio de las carnes. Nos miramos en silencio unos segundos y luego miré al rededor. Ni una sola alma en el camino. Quise tocarlo pero con la trompa sacó mi mano de encima y de un brinco bajó del camión...”.
