El descentramiento urbano en Venezuela: La emergencia de los últimos revolucionarios
Reseña del libro "El descentramiento urbano en Venezuela: La emergencia de los últimos revolucionarios"
La vida urbana en Venezuela, a similitud de lo que ocurre en casi todas las ciudades latinoamericanas, ha devenido condición problemática, eminentemente compleja y conflictiva, en el curso de sus últimas décadas, a lo cual brindan su respectiva contribución las prácticas sociales que excitan ordinariamente esas figuras humanas que nuestro dilecto amigo Edgar Balaguera llama "los descentrados" o "los últimos revolucionarios"Ciertamente, los ya deficitarios espacios que tienen nuestras agobiadas urbes, bien sea para el tráfico automotor, el tránsito humano, los diligenciamientos públicos, la recreación colectiva, los desempeños laborales o los ejercicios de la vida residencial, se ven cada vez más atormentados por aquel extenso número de puestas en escena que movilizan a diario toda esa extensa "guerrilla" citadina conformada, entre otros, por buhoneros, parqueros, graffiteros, lavacarros, taconeras, vendedores ambulantes, cirqueros, trabajadores espirituales, reparadores de calzado, lateros, cartoneros, fruteros, etc.Con vista a la mostración minuciosa y al excelente trato de datos, interpretaciones y juegos fotográficos que hace el Dr. Balaguera en este maravilloso texto, constatamos que efectivamente el descentramiento urbano constituye una realidad inclemente que vive bañando a nuestras -de por sí- sufridas ciudades, lo cual ha de llamar la atención inmediata tanto de sus gobernantes como de sus ciudadanías residentes en general, a procurar hacer las enmiendas político-culturales que sean necesarias, pues de otro modo "los últimos revolucionarios" terminarán por troquelar a su entera medida y antojo nuestras queridas urbes.Valioso y delicado esfuerzo estético- intelectual realizado en esta oportunidad por el profesor Balaguera en su obra: "El descentramiento urbano en Venezuela. La emergencia de los últimos revolucionarios", la cual regalamos como especial invitación -recordando a Nietzsche- para "aquel lector sobre quien uno tiene derecho a esperar algo".