Reseña del libro "Mesa Camiya"
Nuestra lengua, como nuestra postura, se educa desde la infancia hacia la ley del padre, hacia la rectitud, que es lo que nos promete hacernos fuertes y perdurables. ¿Que pasa, entonces, si el moçito se abandona deliberadamente al goce, si hace de su vocacion hacia lo torcido una vision de futuro? [...] Coger de la mano a la familia y sentarla alrededor de una mesa camilla para hablarle açi significa tambien recuperar el cuerpo y ponerlo en el centro de una casa, en el centro de una celebracion, significa ablandar los cimientos de una tradicion para jugar con ella, devolverle su porosidad, elegir la alegria de lo difuso frente a la tirania de lo definido, amar desde la radicalidad de quien imagina detras de dos ojos doh azeitunita. Angelo Nestore Los poemas de este libro son como las fotos que se meten debajo del cristal de una mesa camilla, instantaneas aparentemente inocentes que no te cansas de mirar y si te fijas en los detalles, ves que en un segundo plano alguien esta bajando una persiana o que en aquella esquina de la cocina hay una piedra gigante y un cuchillo. Violeta Niebla Mesa camiya eh un monton de mano pegaita ar brasero, un pueblo bendezio por un mimmo santo, un campo yeno de limone y una copliya. Guardah una familia, recoheh lo que ettaba mucho ante que uno eh a beze un eherzizio de deppiohe, como selezionah lo fruto de un guerto o buccah piedrezita en el rebalahe. Ette poemario eh la union entre lo que se bibe afuera y lo que ocurre dentro de una casa.