Reseña del libro "Putas y Guerrilleras"
Los represores les decían putas y guerrilleras. Les gritaban
eso apenas las secuestraban y lo repetían una y otra vez
durante sus estadías en el infierno. Es lo que cuentan
Miriam Lewin y Olga Wornat, militantes en su juventud y
periodistas de renombre desde hace décadas, en, tal vez,
el libro más descarnado, honesto y conmovedor sobre lo
que ocurrió en los centros clandestinos de detención en la
década de 1970.
Son decenas de historias silenciadas, de confesiones larga-
mente elaboradas –incluidas las de las autoras– y de una
rebelión contra el relato oficial sobre esos años. No sólo
hay cuestionamientos a los militares y a los integrantes de
otras fuerzas de seguridad, a los funcionarios y al sistema
judicial, sino también a las organizaciones guerrilleras y al
pensamiento machista generalizado en todos los sectores
de la sociedad.
Las mujeres que protagonizan estos hechos fueron vícti-
mas, a lo largo y a lo ancho del país, de torturas, abusos,
violaciones y, en ocasiones, mantuvieron relaciones tortuo-
sas, nacidas bajo tormentos, con sus victimarios. Muchas
de ellas sobrevivieron. Cargaron como pudieron con sus
pesadillas. Algunas rehicieron sus vidas, otras ya no pudie-
ron hacerlo. Fueron señaladas y acusadas hasta por sus
propios compañeros de militancia. O esperaron muchísi-
mos años para que un juez condenara a los responsables
de esos crímenes sexuales. Un castigo doble o triple, feroz
e impensado, espeluznante.
Existe la idea de que ya se dijo todo lo que había por decir
sobre los años de plomo. El lector tiene en sus manos una
prueba implacable de que eso no es así. Putas y guerrille-
ras es un trabajo intenso y perturbador. Una gran investiga-
ción reveladora, narrada con el pulso exacto y la declarada
intención de retomar un debate pendiente.