Santiago Abascal. España Vertebrada (no Ficción) - Fernando Sánchez Dragó

" Sólo Santi tiene ese carisma ,la gente le toca y le dicen¡ no nos defraudes !. En un momento de extrema necesidad, como dice él, hace falta un hombre así " Fernando Sánchez Dragó en la presentación de este libro.Un libro pero que muy ameno de leer Santiago Abascal, un apasionado de los árboles, quería ser guardabosques le encanta la naturaleza. No es una persona egoísta, solo quiere que triunfen las solidaridad entre españoles que triunfen las ideas, no las personas recomiendo leer este libro .

Buen libro de ensayo . Nuevo y con entrega rapidísima .

Es un monologo de Fernando Sánchez, el señor Abascal dejó al descubierto su ignorancia en muchos temas.

Una conversación inteligente, cargada de anécdotas, citas inmortales, agudas intuiciones, y polémicas mínimas que sazonan el diálogo entre un joven político bilbaíno, Santiago Abascal y el escritor madrileño -recientemente fallecido- Fernando Sánchez Dragó (a ratos se suman dos más a la conversación, incluso un quinto al que no se esperaba, pero que interviene y por lo tanto queda debidamente registrado en el escrito). La novia (pareja, o como se llame) de Sánchez Dragó fue la encargada de la producción. La conversación dura tres días, tuvo lugar en la casa del escritor, en el campo, lejos del mundanal ruido, entre los cerros, los cencerros, los arroyos y los árboles. Santiago Abascal es el actual presidente de Vox, un movimiento de derecha, conservador, y Sánchez Dragó es un célebre y carismático escritor, un vertedero de ideas, ingenios y desenfrenos que otorgan, a la larga, su buen sabor al libro. No es un panfleto, pues no es la idea convencer a nadie de nada. Lo único que puede hacer el lector es estar o no de acuerdo con uno de los dos dialogantes, con los dos o con ninguno. Una lástima que se haya perdido este animadísimo escritor, un río de erudición y experiencias. No se lo pierda. (Y acompañe la lectura con una copa de vino. Seguro que al fluir de la narración le entrarán las ganas).