Estamos a las puertas de abril, el mes que da el pistoletazo de salida a la primavera, nos invita a recordar a un icono de las letras: Gabriel García Márquez. Se cumplen 10 años de su muerte en 2014, pero su legado literario continúa floreciendo, cautivando a nuevas generaciones de lectores.
Desde Buscalibre queremos rendir homenaje a su vida, obra y la huella imborrable que dejó en el mundo.
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Nacido en Aracataca, Colombia, en 1927, desde temprana edad, mostró un gran interés por la literatura gracias a sus abuelos. “Papalelo”, como García Márquez llamaba a su abuelo, un coronel del ejército colombiano, influyó en su futura visión del mundo.
Fue quien se le enseñó a cómo consultar palabras en el diccionario que el joven “Gabo” no novio y también le mostró el camino de la cultura, llevándolo al circo cada año. De su abuela, Tranquilina, adquirió la pasión por las historias y le enseñó hacer de lo extraordinario algo más natural.
Este hecho lo veremos en el futuro en sus obras como un rasgo muy característico, siendo uno de los representantes más notorios del realismo mágico.
A pesar de su gran pasión por la literatura, Gabriel García Márquez decidió cursar la carrera de Derecho en Bogotá, pero, en el transcurso del “bogotazo” (revueltas sangrientas que estallaron por el asesinato del candidato a la presidencia Jorge Eliezer Gaitán en 1948) sus estudios se vieron interrumpidos.
En este momento, el joven García Márquez toma una decisión importante, se mudará a Cartagena de Indias para trabajar como periodista en medios como Universal o el Heraldo. Durante los siguientes años, el periodismo sería su profesión principal, sin dejar de lado su otra pasión, la cual compaginaría, la literatura.
Un todavía joven Gabriel García Márquez se disponía a ir con un grupo de amigos a un baile estudiantil sin tener la más remota idea de que su vida cambiaría para siempre.
Ahí conoce a Mercedes Barcha, la hija de un boticario. La pareja se casaría en 1958 y un año después nacería su primer hijo, Rodrigo. Para 1961 la joven pareja se trasladaría a Nueva York, donde Gabriel ejercería como corresponsal de Prensa Latina, agencia fundada por el mismísimo Fidel Castro.
Esta relación laboral con el líder cubano le costó una serie de amenazas por parte de la CIA y de la disidencia cubana. Para poner a salvo a su familia, decide trasladarse a México, donde nacería su segundo hijo, Gonzalo.
Durante esta época, el escritor colombiano escribiría sus obras El coronel no tiene quien le escriba y La mala hora.
No sería hasta 1967 cuándo le llegaría la fama y el reconocimiento. Cien años de soledad es su novela más conocida, una obra maestra de la literatura universal. Durante su primera semana vendió más de ocho mil ejemplares y en tres años, vendió 500 mil ejemplares.
La obra fue traducida a más de 25 idiomas y recibió varios premios internacionales como el premio Chianciano Aprecia, Premio Internacional de Novela Rótulo Gallegos o el Premio Internacional Neustadt de Literatura.
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Cien años de soledadsupuso un verdadero punto de inflexión en su carrera. Desde entonces, comenzó a desarrollar su talento innato para crear obras como Relato de un náufrago o el otoño del patriarca.
Además, García Márquez publicaría varios ensayos donde expresa sus ideales políticos de izquierdas, lo que le valió numerosas críticas por parte de gobiernos y de una clase media pujante en Latinoamérica que ser posicionada a favor del liberalismo.
Su segunda obra cumbre sería Crónica de una muerte anunciada, publicada en 1981, sirviendo como trampolín para ganar el Premio Nobel de Literatura en 1982.
Más tarde llegarían obras como olor a guayaba o el amor en tiempos del cólera o una de las novelas más polémicas del autor colombiano, Memoria de mis putas tristes, donde el autor habla abiertamente de la prostitución.
Para el año 2010, cuatro años antes de su muerte, publicaría su última obra, Yo no vengo a decir un discurso, una especia de antología de todas sus conferencias.
La vida de Gabriel García Márquez comenzaría a decaer en 1999 al diagnosticarlo un cáncer linfático. Gracias a los tratamientos de quimioterapia, la enfermedad comenzó a remitir, aprovechando para redactar sus memorias tituladas Vivir para contarla.
A pesar de esta mejoría, ya para el año 2012 su salud comenzó a deteriorarse poco a poco. Enfermedades como la demencia o la infección pulmonar empezaron a apoderarse del cuerpo de Gabo hasta que el 17 de abril de 2014 su vida se apagó para siempre.
A 10 años de su partida, la obra de García Márquez sigue resonando con fuerza. Sus historias, llenas de magia, simbolismo y personajes inolvidables, invitan a la reflexión sobre la vida, el amor, la muerte y la condición humana.
Un estilo narrativo único, caracterizado por la riqueza del lenguaje, la precisión descriptiva y la construcción de atmósferas envolventes, continúa cautivando a lectores de todas las edades y culturas.
Sus novelas nos confrontan con las injusticias sociales, la violencia y la corrupción, pero también nos ofrecen esperanza en la capacidad del ser humano para amar, soñar y luchar por un futuro mejor.
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