Reseña del libro "Tirso Camacho"
Habia en la sociedad filipina el abogadillo . que era el nativo que ejercia como abogado sin haber cursado estudios de derecho Tambien existia el mediquillo el directorcillo el maestrillo , etc., sin tener las titulaciones correspondientes. El gobernadorcillo del pueblo, ya redeñado, en que se perpetua un crimen recibe casi siempre las primeras declaraciones en lengua provincial, sin embargo, de estar prevenido que dichas justicias locales entiendan y hablen la lengua española, para verificarlo con ella: mas esto pocas veces sucede asi, no obstante de que les era permitido a los gobernadorcillos que tengan un interprete a quien llamaban directorcillo . Con semejante sistema de instruir procesos, no puede menos de adolecer de muchos vicios en su sustanciacion. En poder ya del alcalde, o gobernador politico-militar (en este caso asesorado indispen-sablemente de un letrado) continuaban la instruccion estos funcionarios, con arreglo a los datos, algunas veces oscuros y con frecuencia equivocados, que les suministran los gobernadorcillos . Dicho de otro modo, todos estos terminos formaban, en conjunto, el fenomeno de la disminucion de las capacidades atribuidas al cargo en cuestion, siempre que fueran ejercidos por nativos. Visto el anomalo funcionamiento del sistema, no fue de extrañar que Tirso tratara de solucionar, al menos en tres asuntos penales, que ha dado origen a estos Esbozos forenses .