Reseña del libro "Vuelo del alma, hacia nuevos confines"
Creo que Dios sembró en el interior de cada ser humano una semilla, una semilla de Amor. Y que mientras no germine, y el hombre no ascienda hacia la espiritualidad y lo sagrado, vivirá con un vacío enorme, y estará perdido en el mundo. La experiencia espiritual nos da la oportunidad de trascender, ir más allá de lo inmediato, traspasar los límites de la materia para reconocer los linderos espirituales. Habituados a considerar casi únicamente lo terrenal, apenas somos capaces de detenernos y buscar sentido a lo que hacemos. Desconocemos que el alma y el espíritu sólo se realizan en el verdadero Amor, y que están concebidos para volar alto, muy alto. También implica una profunda comprensión de nuestra propia naturaleza. Es un proceso por el cual el alma, llena de amor, paz y plenitud, renueva todo nuestro ser y le da un nuevo rumbo a nuestra vida. Ahora, cuando miramos hacia atrás y nos damos cuenta la tortuosa senda por la que hemos ascendido, todo es cristalino desde la cumbre. Pareciera que fue muy sencillo. Sin embargo, mientras escalamos, desconocemos hasta adónde llega el sendero, y cuántas complicadas veredas vamos a atravesar, porque desde abajo, no tenemos visión de lo que nos espera.